El bebé de cero a tres meses:
Continuando con los juegos que pueden realizarse con los bebés de esta etapa, podemos seguir con los siguientes:
4- Podemos acercarle un sonajero, con mango pequeño y redondo y ponérselo en las manos para que intente agarrarlo. Como no podrá sostenerlo por mucho tiempo, al dejarlo caer, el ruido le llamará su atención. Se lo volveremos a dar varias veces para que lo disfrute, y luego de algunos momentos, nuevamente, lo dejará caer. También podemos ayudarlo a sostenerlo, y así le enseñaremos el ruido que hace cuando lo movemos de diferentes formas. Será adecuado que también este elemento podamos cambiarlo por anillos plásticos.
Continuando con los juegos que pueden realizarse con los bebés de esta etapa, podemos seguir con los siguientes:
4- Podemos acercarle un sonajero, con mango pequeño y redondo y ponérselo en las manos para que intente agarrarlo. Como no podrá sostenerlo por mucho tiempo, al dejarlo caer, el ruido le llamará su atención. Se lo volveremos a dar varias veces para que lo disfrute, y luego de algunos momentos, nuevamente, lo dejará caer. También podemos ayudarlo a sostenerlo, y así le enseñaremos el ruido que hace cuando lo movemos de diferentes formas. Será adecuado que también este elemento podamos cambiarlo por anillos plásticos.
* Esta actividad le ayudará al bebé a: aumentar su coordinación óculo-manual, a descubrir objetos y texturas, a ejercitar sus manos, su prensión, y a incrementar su control psicomotor.
5- Jugar al “¡Está! ¡No está!”. A nuestro bebé le encantan los juegos de las sorpresas y de las apariciones, siempre que éstas no sean bruscas y que no lo asusten.
Por eso podemos, por ejemplo: acercarnos a él cuando esté recostado en su cuna boca arriba y desde el borde de la misma lo saludaremos y los llamaremos cariñosamente por su nombre. Y cuando hayamos visto que ésto le ha gustado empezaremos a jugar al “¡Está y No está!”.Podemos hacerlo apareciendo y desapareciendo del borde de la cuna, o bien poniéndonos delante de él, tapándonos la cara con las manos y luego destapándola, y acompañándolo con las frases ya dichas anteriormente.
5- Jugar al “¡Está! ¡No está!”. A nuestro bebé le encantan los juegos de las sorpresas y de las apariciones, siempre que éstas no sean bruscas y que no lo asusten.
Por eso podemos, por ejemplo: acercarnos a él cuando esté recostado en su cuna boca arriba y desde el borde de la misma lo saludaremos y los llamaremos cariñosamente por su nombre. Y cuando hayamos visto que ésto le ha gustado empezaremos a jugar al “¡Está y No está!”.Podemos hacerlo apareciendo y desapareciendo del borde de la cuna, o bien poniéndonos delante de él, tapándonos la cara con las manos y luego destapándola, y acompañándolo con las frases ya dichas anteriormente.
* Este juego mejorará la percepción visual del bebé, establecerá mejores y mayores vínculos afectivos entre él y nosotros, irá fomentando su búsqueda de sonidos y personas, y estimulará su capacidad de anticipación.
6- Podemos jugar a “Palmas y Palmitas”. Acostado en su cuna o apoyado en nuestro regazo, tomaremos sus manitos y las iremos moviendo para que vaya aplaudiendo, acompañando el movimiento con canciones como: “Tortitas de manteca”, “Que linda manito que tengo yo…”, “Este dedo compró un huevito, este…..”, etc. Acompañaremos todos los movimientos con palabras y canciones. A medida que pasen los días y de a poco, podremos ir variando los ritmos, e ir haciéndolos más lentos o más rápidos.
6- Podemos jugar a “Palmas y Palmitas”. Acostado en su cuna o apoyado en nuestro regazo, tomaremos sus manitos y las iremos moviendo para que vaya aplaudiendo, acompañando el movimiento con canciones como: “Tortitas de manteca”, “Que linda manito que tengo yo…”, “Este dedo compró un huevito, este…..”, etc. Acompañaremos todos los movimientos con palabras y canciones. A medida que pasen los días y de a poco, podremos ir variando los ritmos, e ir haciéndolos más lentos o más rápidos.
* Esta actividad le ayudará a conocer el sentido del ritmo, a ejercitar sus bracitos, y a estimular su motricidad básica.
7- Cuando estemos cambiando al bebé o en otros momentos que elijamos, podremos ir ejercitando sus extremidades. Tomaremos sus piecitos descalzos, le acariciaremos con nuestras manos la planta de sus pies, luego haremos lo mismo con sus deditos y así jugándole y cantándole, veremos cómo disfruta de este juego nuestro pequeño.
Cuando esté acostado boca arriba también podremos hacerle hacer un poco de ejercicio. Primero tomaremos sus tobillos y con nuestras manos iremos flexionando y estirando alternativamente sus piernitas, siguiendo un ritmo suave. De a poco podremos ir aumentando la velocidad del “Pedaleo”, o lo variaremos, más lento o más rápido. También podremos flexionar y estirar ambas piernas a la vez, siempre cantándole, o hablándole, o llamándole por su nombre.
* Así entrenaremos la motricidad fina de los pies del bebé, le ayudaremos a la exploración sensorial de su cuerpo, fomentaremos, de a poco, su capacidad de atención y le enseñaremos a manifestar sus emociones. Asimismo potenciaremos el desarrollo motor de sus piernas y favoreceremos la sincronización de los movimientos y del ritmo.
8- Sentado sobre nosotros le iremos mostrando y presentando sus diferentes juguetes. Se los acercaremos a sus manos para que pueda tocarlos, si alguno de ellos hace ruido le haremos que mueva su manito para que se dé cuenta de lo que sucede, y mientras dure el juego trataremos de ponerle los juguetes en una mano distinta por vez.
7- Cuando estemos cambiando al bebé o en otros momentos que elijamos, podremos ir ejercitando sus extremidades. Tomaremos sus piecitos descalzos, le acariciaremos con nuestras manos la planta de sus pies, luego haremos lo mismo con sus deditos y así jugándole y cantándole, veremos cómo disfruta de este juego nuestro pequeño.
Cuando esté acostado boca arriba también podremos hacerle hacer un poco de ejercicio. Primero tomaremos sus tobillos y con nuestras manos iremos flexionando y estirando alternativamente sus piernitas, siguiendo un ritmo suave. De a poco podremos ir aumentando la velocidad del “Pedaleo”, o lo variaremos, más lento o más rápido. También podremos flexionar y estirar ambas piernas a la vez, siempre cantándole, o hablándole, o llamándole por su nombre.
* Así entrenaremos la motricidad fina de los pies del bebé, le ayudaremos a la exploración sensorial de su cuerpo, fomentaremos, de a poco, su capacidad de atención y le enseñaremos a manifestar sus emociones. Asimismo potenciaremos el desarrollo motor de sus piernas y favoreceremos la sincronización de los movimientos y del ritmo.
8- Sentado sobre nosotros le iremos mostrando y presentando sus diferentes juguetes. Se los acercaremos a sus manos para que pueda tocarlos, si alguno de ellos hace ruido le haremos que mueva su manito para que se dé cuenta de lo que sucede, y mientras dure el juego trataremos de ponerle los juguetes en una mano distinta por vez.
* Con este juego lograremos iniciar al bebé en el control postural, practicaremos el que pueda lograr sujetar los objetos con ambas manos, favoreceremos el reconocimiento de texturas y colores, y desarrollaremos los sentidos de la vista y del tacto.
9- Para otro de los juegos elegiremos una pelota de plástico de unos 75 cm de diámetro. La pondremos en el suelo, y colocaremos al bebé encima de ella, o apoyando su barriguita sobre la pelota, y sujetándolo bien haremos que ella comience a moverse suavemente tanto: hacia delante, hacia atrás como hacia los costados, y aunque aún no nos comprenda, siempre le iremos contando la actividad que estamos haciendo. También podremos variar el juego, sosteniéndolo muy bien y haciendo que el pequeño rebote sobre la pelota.
9- Para otro de los juegos elegiremos una pelota de plástico de unos 75 cm de diámetro. La pondremos en el suelo, y colocaremos al bebé encima de ella, o apoyando su barriguita sobre la pelota, y sujetándolo bien haremos que ella comience a moverse suavemente tanto: hacia delante, hacia atrás como hacia los costados, y aunque aún no nos comprenda, siempre le iremos contando la actividad que estamos haciendo. También podremos variar el juego, sosteniéndolo muy bien y haciendo que el pequeño rebote sobre la pelota.
* Esta actividad favorecerá la relajación de nuestro bebé, lo que le ayudará también a dormir después, e incrementará su control motor y el sentido del equilibro.
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