domingo, 27 de abril de 2008

DE LOS CUATRO A LOS SIETE MESES...



Nuestro bebé ya está adquiriendo mayor habilidad motriz, y comenzará a relacionar la capacidad de coordinar lo que ve con lo que realiza, es por eso que trata de agarrar diferentes objetos, los toma, juega con ellos, los hace chocar para poder descubrir cómo se produce el sonido, se los introduce en la boca, los chupa, etc., etc., y también puede mover a ambos lados su cabecita y mirar hacia su alrededor.
Sus sentidos están mucho más desarrollados por eso, poco a poco, irá explorando el mundo con sus ojos, sus dedos, su boca y sus pies.
Si está boca abajo hará fuerza con sus brazos y logrará levantarse, y si está boca arriba tratará de tomarse sus pies y los dedos de sus pies, y jugará con ellos. Si alguien lo sostiene le encantará pararse y moverse hacia arriba y hacia abajo, y podrá lograr sentarse con ayuda.
Al acercársele un espejo se mirará en él y se reirá. Es entonces cuando empieza a transitar lo que es “causa y efecto”, como por ejemplo: cuál es el sonido de un juguete cuando se cae.
En esta etapa, el bebé empezará a repetir espontáneamente sus propios sonidos y a responder con balbuceos, como por ejemplo: dirá "agú" cuando le hablan, y también hará “gorgoritos y gorjeas”, cuando se le dará algún juguete, incluso balbuceará, imitará sonidos, se reirá, chillará y hará burbujas, y aunque todavía no comprenda plenamente el lenguaje, reconocerá algunas palabras y reaccionará ante ellas, ejemplo de lo dicho, es cuando al oír su nombre gira su cabecita. Por la manera en que llora se puede saber cuando tiene hambre, cuando está cansado o que está necesitando que le cambien el pañal.
Ya puede observar todos los colores, y es capaz de ver a más distancia.
Entre los cinco y siete meses nacen los primeros dientes de leche, y en esta etapa aparecen los incisivos centrales en el maxilar inferior.
Puede dormir siestas dos o tres veces al día, de una a tres horas cada vez.
Empieza a interactuar con otras personas que no sean sus padres y puede levantar los bracitos para que los adultos lo levanten en brazos.
Muestra desagrado cuando una persona u objeto se marcha y puede empezar a entender la palabra "no".

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